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Regreso a la milonga

Guau. Estamos de vuelta. Las MILONGAS se han abierto en todos los puntos de la ciudad.

En cuanto a mí, son casi las 2 de la mañana. Me he pasado la tarde bailando tango. Me duelen los pies, pero mi alma está tan feliz.

Después de haberle pedido a un buen amigo que me acompañara en mi primera Milonga, estaba un poco nervioso, tal vez incluso ansioso. Mencionándole esto a mi amigo en el camino a Lo de Celia en Humberto Prima y Entre Ríos. Respondió que siempre está nervioso.

El tango no se baila legalmente en los clubes de Buenos Aires, desde el cierre en marzo del año pasado.

Hasta ahora. SÍ. A finales del mes pasado, se puso en marcha de nuevo. [Nota del editor: estaba de viaje en Mendoza]

¿Recordaremos el abrazo? ¿Recordaremos los ritmos? Y Dios mío un cabeceo!!!

Subiendo los escalones del club en el segundo piso, escuchando la música, era casi como si todo el tiempo se hubiera desvanecido. Y aquí estábamos en una típica noche de lunes a las 9:30 llegando a una milonga.

Después de estar sentado, inspeccionando la habitación. Notar a la gente. Todos bailando con máscaras. Posiblemente una cara familiar, pero no estoy seguro. Ahora solo mirando. Recordando el motivo. Mirando.

La música comienza. es un vals Mira el giro en el suelo. Muchos abrazos con muchos estilos. La sala se llena de portenyos. Porteños. Muchos hombres con traje. Mujer, bueno, es un desfile de moda en curso. Los vestidos, pantalones y faldas se ven en los muchos tonos del arcoíris, pero en su mayoría negros. Tan hermoso de ver.

soy cabeceo. Camino para encontrarme con mi líder en la esquina del piso.

Y así comienza de nuevo. Los ritmos del Tango. Se siente tan bien estar de vuelta. El tango está de vuelta en la ciudad de Buenos Aires en el país de Argentina. Esperamos el regreso de los extrañajeros – los extranjeros.

Hasta la próxima. nos vemos

abrazo

Publicado por ruthoffen

Creada por Ruth Offen, fundadora/directora de WaterWorks Gallery, una galería inaugurada en 1985 para exhibir artistas y joyeros contemporáneos que viven y trabajan en el noroeste del Pacífico. Después de 37 años, he decidido pasar más tiempo disfrutando de la vida bailando tango por todo el mundo, viajando, siguiendo desarrollando mi fotografía. Después de muchas décadas de acumular una colección de arte personal, ahora el proceso de reducción se está convirtiendo en una realidad. ¿Cómo tenemos más con menos? Permanecer fieles al lema, sin el estorbo de nuestras posesiones y sin cargar a nuestros hijos con nuestras cosas. Este próximo proceso requerirá paciencia y coraje. En el camino a la felicidad. ¡Es el viaje lo que cuenta!

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