
y organizadora, Julia Doynel
Bailar en Buenos Aires continúa expandiéndose ya que recientemente conté 24 Milongas en Hoy Milonga hoy. Están por toda la ciudad desde Palermo a Recoleta, San Telmo a San Nicolás, Villa Crespo a Flores.
Vivo en el Barrio Norte y me gusta tomar el autobús a mis Milongas (la tarifa es de 20 pesos) y luego tomar un taxi a casa por la noche. Así que bailo en El Beso en Riobamba, Nuevo Chique en San José, Sueño Portenyo en Balcarce, Club Marabu en Maipú, de vez en cuando me desvío al Salón Canning en Raul Scalabrini Ortiz o Nuevo Gricel en Rioja, La Nacional en Adolfo Asino.
Sigo pensando que necesito cambiar las milongas a las que asisto pero siempre llego a la misma conclusión. Me gustan los lugares donde bailo. Por lo general, conozco al organizador y a muchos de los bailarines que bailan aquí desde que las Milongas reabrieron en septiembre de 2021 después de estar cerradas durante casi 2 años.
En Buenos Aires cuando eres una persona conocida, tu asiento reservado está disponible repetidamente o la mesa de la primera fila. Esto significa que la gente sabe dónde esperar verte. Esto generalmente conducirá a más cabeceos y posiblemente a más baile, pero no siempre.

Recuerde que enero y febrero son los meses pico de verano aquí, por lo que mucha gente local va a la playa durante el mes.
El vacío de portenyos (lugareños) en las milongas es ocupado por visitantes foráneos que quieren escapar de esos fríos inviernos norteños. Las mesas siempre están reservadas, y suelen estar llenas de muchos bailarines sobre todo si hay una buena orquesta.
Luego está la pista, los bailarines de una variedad de países pueden ser estimulantes. Con bailarines en estrecho abrazo y otros en abierto abrazo. Los talones y los codos pueden volar en el suelo. A medida que avanza la noche, el piso se vuelve más concurrido. Hay más choques involuntarios con otros. Experimentar el codo de otro en tu espalda no es agradable. Que otro bailarín te pise los pies duele. Mirando a esa persona, se murmuran disculpas o se intercambian miradas. Todo es bueno. Seguimos bailando con máscaras, pero rotamos parejas.
Recordando que aquí en Buenos Aires estamos bailando, bailando, bailando. Muchos lugares alrededor del mundo todavía no bailan. Así que todo está bien.

El tango ha vuelto a esta ciudad casi con la pasión del pasado. Los tangueros bailan toda la noche ajenos a todos menos a la persona con la que comparten un abrazo.

Muchas milongas comienzan a las 8 o 9 y continúan hasta las 3 de la mañana con la orquesta tocando el escenario a la 1 o 1:30.
Un poco diferente de las milongas de la tarde que comienzan a las 2 o 3 y la mayoría de la orquesta comenzará a tocar a las 5 y terminará a las 6 p.m. El baile terminará a las 8 o 10.

Publicado aquí hay un par de videos de baile en algunos de estos clubes.
Esperando poder abrazarlos pronto y disfrutar de su visita a la casa del Tango.
abrazo y besos