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Cómo la inflación afecta la vida cotidiana en Buenos Aires.

Una hermosa intersección

Guau. En el pasado, cuando viajaba, siempre llevaba mucho dinero en efectivo, especialmente cuando visitaba Argentina. No me gustó esto, ya que podría ser arriesgado. Ahora enviarme dinero a mí mismo a través de Western Union es tan simple y fácil. Sus escaparates están repartidos por toda la ciudad. El tipo de cambio suele ser el mejor. Acabo de recibir 365 pesos por cada dólar.

Imagina ser argentino y tener un empleo local. Te pagan en pesos… ese sería un escenario muy difícil.

Como la inflación ahora es de 100%. Las cosas todavía cuestan la misma cantidad de dinero cuando las conviertes, pero ahora debes llevar más billetes. Y la denominación más grande es 1000 pesos. En julio, el gobierno imprimirá un nuevo billete de 2000 pesos.

Salir a tomar un café ahora cuesta entre 500 y 750 pesos, según a dónde vayas. Pero puede sentarse todo el tiempo que quiera antes de recibir su factura.

El café de la esquina

Una buena cena de bistec para dos en la parrilla local con un Malbec decente cuesta alrededor de 9000 pesos.


Mis compras han subido 100%. Mi vino favorito que se compraba en el pasado por 1200 ahora cuesta alrededor de 2800.

Vino, vino, vino


Comprar queso y carnes es la misma situación. Tiendas recién cambiadas, ya que el nuevo local tiene mejores precios que la antigua fiambrera.

Vendedor local de verduras

El precio de la ensalada, la lechuga, los tomates, la cebolla y la zanahoria también se ha duplicado. Unos 1500 pesitos.

Los arándanos están a 800 pesos y medio melón a 1300.

Una pedicura semestral es necesaria cuando se baila tango. Es imprescindible, y también podrías hacerte una manicura…total $ 5500 más una propina $500. (consejo)


He estado yendo a la misma peluquería durante casi tres años para que me laven y peinen el cabello semanalmente.

Este fue un hábito que aprendí mientras viajaba. Se siente tan bien que alguien más me lave el cabello. Se ve muy bien durante unos días hasta que la humedad se hace cargo. El precio hace tres años era de 750 pesos, hoy es de 2000 pesos

Mi maravilloso peluquero Walter, foto pandemia

Conocí a algunos proveedores e intercambiamos saludos en dos idiomas. Español e inglés.

Es bastante sorprendente, muchas personas son bilingües aquí. El típico niño argentino estudia otro idioma cuando es joven... las habilidades están ahí, pero no mucha gente habla inglés, excepto los visitantes.

Limonada con menta y jengibre

Y me encanta el entusiasmo que muestra la mayoría de los argentinos acerca de chatear en inglés. Por lo general, lo primero que dicen es "Mi inglés es horrible". Respondo con un no, solo necesitas practicar más.

A la vuelta de la esquina está mi carnicería. Hay un joven llamado Carlos, que le gusta tomar mi orden. Conversamos en 2 idiomas. Yo practicando mi español y él su inglés. Él está estudiando inglés en la escuela.

Cuando la gente siente curiosidad por el idioma y las costumbres, aprendo mucho.

Todavía encuentro personas que se ofrecen a traducir para mí. Mi respuesta a su amabilidad es: "No, gracias".

Sin embargo, prefiero luchar, ya que es la forma en que puedo aprender el idioma.

Estoy tratando de agregar más palabras a mi vocabulario todos los días. A veces, mi cerebro se siente como si fuera a explotar.

Encuentro que hablo todo el tiempo, tratando de mejorar mi acento... sin embargo, hay tantos píos aquí que hablan tan rápido que es imposible entenderlos.

Todas estas diferentes facetas de la ciudad contribuyen a mi disfrute de la ciudad.

Es tan hermoso aquí. Incluso cuando las temperaturas están a mediados de los 90 con una humedad de 75%.

Pero por suerte para mí estoy viviendo aquí de dólares y no de pesos. Aprecio mucho que mi estilo de vida aquí sea asequible, ya que creo que EE. UU. es muy caro ahora.

abrazo y besos

Publicado por ruthoffen

Creada por Ruth Offen, fundadora/directora de WaterWorks Gallery, una galería inaugurada en 1985 para exhibir artistas y joyeros contemporáneos que viven y trabajan en el noroeste del Pacífico. Después de 37 años, he decidido pasar más tiempo disfrutando de la vida bailando tango por todo el mundo, viajando, siguiendo desarrollando mi fotografía. Después de muchas décadas de acumular una colección de arte personal, ahora el proceso de reducción se está convirtiendo en una realidad. ¿Cómo tenemos más con menos? Permanecer fieles al lema, sin el estorbo de nuestras posesiones y sin cargar a nuestros hijos con nuestras cosas. Este próximo proceso requerirá paciencia y coraje. En el camino a la felicidad. ¡Es el viaje lo que cuenta!

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