
Hemos pasado 2 semanas preciosas en Izmir, una gran ciudad metropolitana situada en la costa Egea de Turquía, en el lado asiático. Situada en la boca de una enorme bahía, Izmir es la tercera ciudad más grande de Turquía con un puerto activo y muchos transbordadores que cruzan la ciudad.

La residencia hotelera en la que nos hospedamos estaba ubicada en Alcansak. Un barrio muy animado de la ciudad, un poco al norte de Konak. La residencia hotelera era sencilla, con una gran cama doble, baño y una pequeña zona de cocina donde podíamos preparar nuestros desayunos diarios.

Estábamos rodeados de increíbles restaurantes y bares. Comida rápida, comida lenta, comida turca y algunas comidas internacionales.

Estábamos cerca de una casa cercana de prostitutas travesti. Es un escenario un poco diferente. Todas las noches, cuando salían a caminar, charlaban con los clientes y otros lugareños. Fue bastante maravilloso observar que a nadie parecía importarle cuál era o no su sexo. Me imagino que su atención fue bien recibida por algunos miembros de la comunidad.
Siempre tratando de ubicar milongas en la ciudad que visitamos, usamos Facebook, Instagram y contactos de boca en boca. En Izmir, encontramos algunas milongas. Como es típico cuando se viaja, algunos son muy abiertos y acogedores. Otras milongas no están abiertas y pueden ser menos acogedoras para los extraños.

Pero lo que nos encantó de todo este baile fue todo el entusiasmo. casi siempre vmuy exuberante. Es muy vertiginoso de ver.
En el tango turco hay muchos giros. De hecho, es el paso más utilizado en un abrazo abierto. Es más como gimnasia y no mucho caminar.

En muchas milongas a las que asistimos en Turquía, los bailarines prefieren un abrazo abierto para bailar tango.
No estoy seguro si este estilo de abrazo se debe a un posible tabú cultural oa una experiencia aprendida.

Pero definitivamente es muy diferente al tango argentino.

La música que tocan es Juan Darienzo, Héctor Varela, Aníbal Troillo y otras orquestas que tienen un ritmo acelerado.
No hay mucha música de De Sarli o Pugliese, se toca Fluevio Salamanca ya que esta música es más juguetona, suave y muy romántica.

Definitivamente somos bailarines de tango argentino ya que nos encanta caminar y bailar. Escuchamos la música y nos turnamos para jugar con los espacios entre la música. Pero lo más importante, somos corazón a corazón en un estrecho abrazo. Y disfrutando cada minuto de ello.

¿Próxima parada, Ka? en el Mar Mediterraneo.
abrazo y besos